En la cadena de almacenes Éxito en Ocaña entregan billetes falsos y nadie responde, en la tarde de hoy saliendo de realizar mi compra en este establecimiento de grandes superficies me dirigí a continuar con otras compras y cuando procedí a realizar el pago el cajero me anuncia que el billete era falso, a pesar de mi vergüenza mi respuesta inmediata fue que me lo acababan de entregar en el Éxito, como si el buen nombre de la empresa hiciera que el mismo ¿Cobrara valor?

Ante el evento bochornoso me regresé a reclamar por el suceso con la esperanza que me devolvieran el dinero, pero para mis adentros sabía que ya lo había perdido, primero me dirigí al cajero quien de inmediato me dijo que después de que había salido del establecimiento había perdido mis derechos, así que con ganas de continuar en mi defensa me acerque al punto de atención al cliente.

-Se supone que los empleados deberían tener, por lo menos un curso básico de identificación de billetes falsos, aunque es probable que sean por otras razones que haya sucedido este infortunio, como, por ejemplo, que a él se lo hayan “metido” antes y por falta de ética no quiso perder, o en el peor de los casos haya intereses personales detrás y es un comportamiento conscientemente repetitivo.

Es importante que este tipo de empresas estén vigilantes de los actos de su personal para evitar la operación de redes por fuera de la ley que se aprovechen de los clientes desde su puesto laboral para ejercer cuestiones ilegales.

Continuando con mi relato, cuando me acerque al asesor en defensa propia, solo dio excusas indicando que la culpa era mía por que como consumidor debía revisar los vueltos. Palabras que solo me indignaron más, ya que aparte de que me habían robado, insinuaba que era un tonto por no inspeccionar, dejando entrever que siempre en Colombia gana la ley del más vivo.

–¿Será que le darían un premio al empleado por tan loable actuación?, sobre todo teniendo en cuenta que gracias a él se deshizo de una posible pérdida para el Éxito, eso en el caso de ser “independiente”, y previno que la cadena de supermercados  tomara medidas costosas como la inserción de máquinas detectoras de billetes falsos en los cajeros, aquí en Colombia simplemente los empresarios le apuestan a la falta de memoria de la población y no se preocupan por su reputación como en otros países donde seguramente de suceder lo mismo, habrían acciones de mejora.

Así que confiar en el prestigio de una empresa y sus valores es de “tontos”, cuando se supone que el cajero debe estar atento del dinero que ingresa y por supuesto del cambio que entrega a sus clientes. Así que la única acción que pude realizar fue dejar en un pequeño papel mi inconformismo y salir nuevamente con el billete falso en mis bolsillos, con la inexistente ilusión de que realicen algún correctivo. No importa si usted retrasa la fila analice sus vueltos y no deje que le vean la cara de “tonto”.

Finalmente, mi hija comparó el billete con uno de juguete y me dijo: “Papá son iguales, entrégale estos dos al señor para que compare, a lo que me cuestione que, si era lo correcto y me dejo un sinnúmero de dudas sobre el trasfondo de la situación; y ella en su inocencia comprendió que es más valioso la integridad que un billete.

Así que aún hay esperanza en el país dónde se celebra la ley del más vivo y la memoria cortoplacista vive en la mente de la mayoría de su población donde eligen una y otra vez los mismos políticos olvidando sus acciones pasadas. A mí me metieron un billete falso, pero a los colombianos nos han metido personajes de gobierno igual de falsos.

Gracias a esta denuncia mediática el almacén Éxito nos entregó un billete legal y pidió disculpas, que este sea un ejemplo para que aprendamos a reclamar por nuestros derechos por buenas vías. No nos quedemos callados ante las injusticias, denunciemos.