Revista digital de análisis de actualidad: Noticias, empresas y academia. ISSN : 2805-6043 (En línea).

PUEBLO OPRIMIDO Y DISCRIMINADO

pueblo oprimidoLas cárceles en Irak muestran una despreciable contradicción humana. El hombre es el único individuo capaz de atacar a su propia especie con una actuación mórbida. Desnudar a sus víctimas, robarles el sueño con sufrimiento, destruir el alma de sus torturados. Es una muestra clara de lo que el hombre puede llegar a hacer sin sentir culpa, pensando que está haciendo bien su trabajo. Órdenes que son seguidas sin ser juzgadas ponen en riesgo la integridad moral. En Ginebra se establecen los derechos humanos como principio fundamental que rige a todos los países, pero cuando intereses privados buscan desesperadamente alcanzar su fin, los limites desaparecen y tanto el concepto de tortura se desvanece como la voluntad y pensar de los carcelarios iraquíes.

Hombres desnudos en posiciones humillantes, es un suceso común en la Prisión de Abu Gurayb. Los medios y el internet dieron a conocer al mundo sobre este hecho, los actos de barbarie allí presentados fueron repudiados, pero es la misma sociedad y su intolerancia la que no permite detener estos actos atroces. Ciudadanos americanos se enlistaron en la armada con el pensamiento invadido de venganza por el atentado del 11 de septiembre del 2001 donde se derribaron las torres gemelas. Sin embargo los atroces actos cometidos en Irak violan todo grado de humanidad.

Y entre los hombres, uno fue el que se alzo en fervor al desprecio del prójimo. El general Mills, fue trasladado de las bases de Guantánamo en Cuba con el fin de conseguir la información necesaria para desarticular las redes terroristas, al llegar Mills dijo que los guardianes habían sido muy suaves con los prisioneros y estos tienen que ser tratados como perros. Tras esta proposición los actos de tortura en los interrogatorios se convirtieron cada vez más en barbáricos tras la llegada del general. Esto es una muestra clara del terrorismo efectuado por el estado.  Sin juicios y sin derechos un pueblo es oprimido por la constante guerra que debe soportar con una carga de dolor interminable.

El sufrimiento no es solo vivido por aquellos residente de Irak, los crimines también cruzaron límites geográficos, llevando esta opresión a los mismos ciudadanos americanos con procedencia musulmán. Padres, hijos, hermanos que sienten la ausencia de un ser querido que marcho a la guerra en honor a su patria saben que él o ella ya no regresará. Estos familiares dolidos junto con otros individuos afectados emprenden una campaña de discriminación e ira que transgreden los derechos de los mismos americanos, solo porque la sangre de un pueblo en estado de guerra corría por sus venas sin importar que ellos no fueran parte de los atroces actos a sus compatriotas.

Armas por doquier, sed de venganza, y una sociedad cada día más deshumanizada basada en la superficialidad, conllevan a que surjan asesinos sin escrúpulos en todas las regiones del globo. Los cuales acaban con decenas de vidas que no les pertenecen. El diálogo y los derechos humanos terminan registrados en el papel sin que estos sean llevados a cabo. Sin embargo en cada nuevo natalicio hay luz de esperanza de reconvertir la sociedad, pero eso sólo depende de la autoconciencia del direccionamiento de la historia del hombre. Es necesario que el individuo aprenda a detenerse reflexionando sus acciones y sean capaces de refutar órdenes que afecten la integridad moral. Sólo así habrá esperanza de que la humanidad no desaparezca por la autodestrucción. {jcomments on}

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