“Sé lo que es el fútbol, sé que es ir a un mundial y sé que es jugarlo.” Néstor Pekerman
El presente de la selección Colombia al disputarse los juegos contra Argentina y Perú, sin duda nos tiene a un paso de volver a un mundial, después de tres eliminatorias pasadas llenas de fracaso. Si bien es cierto que todavía matemáticamente no se puede afirmar la clasificación a Brasil 2014, el nivel extraordinario y los cuatro juegos restantes en el calendario, permite la posibilidad en un alto porcentaje de estar en el evento élite del fútbol mundial.
Hace 2 años, al inicio de la eliminatoria, se afirmaba que la tricolor tenía una calidad que podría ilusionar con la idea de llegar de nuevo a un mundial. El grado de varios jugadores era satisfactorio. Si se observa de manera colectiva e individual la selección se nota una gran mejoría.
En la Copa América pasada y en los partidos amistosos a comparación de las etapas anteriores el rendimiento del equipo tuvo potencial. Pero aún hacia faltaba algo, que se le pedía hace años a los diferentes técnicos: “Recuperar la IDENTIDAD” y esto se resume en el buen trato de pelota, toque, propuesta ofensiva y goles, lo último era el talón de Aquiles desde 1998.
Hernán Darío Gómez y Leonel Álvarez iniciaron el camino que hoy Néstor Pekerman espera concluir con éxito, ahora las preguntas serian: ¿El estilo futbolístico eran similares?, ¿Qué cambió de un entrenador a otro?, básicamente para responder estos interrogantes, debemos mirar cual era el plantel de cada ciclo, analizar virtudes y errores, entre otras cosas.
Incluyo a Bolillo Gómez porque a pesar que no inicio la eliminatoria como tal, es de conocimiento público las razones personales por las que fue apartado del cargo, y en aquel entonces se perfilaba como el seleccionador que dirigiría la clasificación a Brasil.
En un resumen futbolístico, aunque no gustaba mucho la idea de juego, La copa América arrojó resultados esperanzadores. Cabe resaltar que la nómina por esa época (2011) es similar a la actual, sin embargo, carecía de propuesta ofensiva, y priorizaba la táctica o llamada defensa.
La etapa de Leonel fue parecida, comenzó las primeras fechas de eliminatoria, no con resultados positivos, las tres primeras jornadas arrojaban un balance negativo, 4 puntos de 9 posibles y el equipo no se sabía a qué jugaba.
Los jugadores eran en un 95% los mismos que con el anterior técnico y hasta llegaban con un mejor nivel de sus clubes. Lamentablemente la inexperiencia del técnico actual del Deportivo Cali fue su boleto de salida de la tricolor.
¿Extranjero o Nacional?, esa pregunta sonó por meses, varios candidatos se perfilaban por todos lados, pero ¿Porque finalmente se llegó a Pekerman? Los sobresalientes procesos juveniles y de mayores en la selección Argentina fueron su mejor carta de presentación. Los equipos que dirigió se caracterizaron por obtener niveles altos y exitosos. Aclaro, que no se incluyó su experiencia en clubes, por la sencilla razón que Colombia necesitaba era un Seleccionador.
Rescato una frase que dijo al asumir su cargo: “Confío en el fútbol colombiano y en la capacidad que tienen sus jugadores” y así fue que a diferencia de sus antecesores priorizó la esencia del fútbol colombiano que hace años dio tanto gloria: Toque, ideas en el medio campo, aprovechar los magníficos presentes de los diferentes jugadores en cada posición con sus respectivos equipos, hambre de gloria, de atacar, respetar Barranquilla y su entorno, unidad grupal, todo esto conduce al anhelado camino que por años pedimos, recuperar la IDENTIDAD.
Por años olvidamos el núcleo central que caracteriza el fútbol nacional, el arte que permitió catalogarnos como favoritos a ganar el mundial de Estados Unidos 1994, me refiero a “divertirnos” con el balón, posesión de la pelota, atacar y defendernos con ella, en pocas palabras se perdió la identidad.
Esto es primordial en todas las selecciones para alcanzar el éxito, un ejemplo claro es Brasil, Alemania, Uruguay, Italia y otras naciones que por décadas mantienen su ideología y como resultado de sus raíces, obtienen títulos y reconocimiento mundial por su estilo.
Los jugadores desde pequeños conocen la esencia de su país futbolísticamente, ellos vivieron épocas doradas, se deleitaron al ver su selección ganar y gustar, se ilusionaron con verse en un futuro vistiendo la camiseta de su país y por esta razón mantienen la idea triunfadora de sus ídolos.
Actualmente el líder y motivador argentino pensó primero en el talento humano y capacidad anímica del plantel aprovechando los éxitos individuales que consiguen, para así retornar el camino que le gusta al colombiano en general volver a retomar la IDENTIDAD. Así somos, ese es nuestro fútbol y todos los que participamos directa o indirectamente nunca olvidamos esos rasgos, somos felices jugando a lo que sabemos porque por ese camino obtuvimos los mejores momentos en la historia del fútbol nacional.
Es innegable no mencionar la calidad de materia prima de los verdaderos protagonistas que saltan al campo de juego, como lo son los jugadores que en su mayoría tienen estatus internacional, figuras en diferentes ligas del mundo, protagonistas en títulos, goleadores en competiciones y una serie de reconocimientos que hacen sin ninguna objeción disfrutar del mejor momento en la historia de nuestros futbolistas en Europa, considerada “el glamour del deporte” más visto del planeta.
En la mente de los colombianos se vive cada partido con emoción, da gusto ver un colectivo con ambición de ganar y eso la gente lo retribuye con alegría, la esperanza de regresar a un mundial se convierte en una realidad que con solo una victoria en las fechas finales se conseguirá.
Alvaro Alfredo Acuña Niño, Comunicador Social, Universidad de Pamplona- Periodista analítico deportivo