Un país en guerra, millones de víctimas y un pueblo sufriendo, ésta ha sido la realidad de Colombia desde hace más de 50 años, un ideal político por una sociedad justa se transforma en una batalla para satisfacer la codicia, incitar a las masas a levantarse en armas por un país más equitativo terminó corrompido por un poder sombrío que solo el narcotráfico le puede otorgar.
Nuestros valientes hombres del ejército, son altamente respetados y vanagloriados por sus habilidades de combate, indiscutiblemente ha sido la experiencia en el campo de batalla quien les ha concedido este mérito. Pero es lamentable este prestigio el cual ha costado la vida de miles de personas.
Los indígenas en un acto desesperado y angustiante transgreden los derechos de unos peones enviados por los altos cargos militares a asegurar las zonas de hostilidad, ellos son solo otras víctimas de un conflicto que no comenzaron y les ha costado la sangre de familiares y amigos en un estado de violencia. Un dolor que solo aquellos que lo han experimentado tienen derecho a hablar.
La historia revela personajes como Camilo Torres, cura, doctor en sociología, profesor y fundador de esta carrera en la Universidad Nacional, él hizo parte del origen del conflicto armado en Colombia, un hombre de alcurnia cuyo único deseo era una patria justa. Murió en combate en el monte sembrando la sed de rebelión en aquellos inconformes radicales de la sociedad.
Las teorías, el pensar y la academia no son armas para emprender una guerra y desafortunadamente los “supuestos” ideales sociales que izaban las banderas de batalla de las guerrillas, han ido cayendo al pasar el tiempo y una sed de poder abrazo con agrado los dineros provenientes del narcotráfico, que claramente no desea aun soltar.
Colombia se encuentra en un círculo de violencia basado en el poder y el olvido, individuos sin memoria de los ideales de sus antepasados y con ambición sobre la sociedad, conllevan a la perpetuidad del dolor en los corazones de cada persona, que siente indignación al saber que su amado hogar estará en constante discordia arrasando con la tranquilidad y paz de todos y cada uno de los colombianos.{jcomments on}