Revista digital de análisis de actualidad: Noticias, empresas y academia. ISSN : 2805-6043 (En línea).

Escrito por: Mg. Alex Mauricio Rodríguez Suárez- Director revista PrimerNombre.com

Que las personas confíen en el gobierno de turno, o de manera general en el ejercicio político, como un medio que da soluciones a los problemas de la sociedad, de la mejor forma posible, es algo inconcebible en la Colombia actual.

Al mismo tiempo, los colombianos siguen eligiendo a los políticos de siempre sin evaluar la viabilidad ni el impacto de sus propuestas o sus hojas de vida. Por otra parte, para alcanzar victorias electorales se hace necesario un buen presupuesto, maquinarias e influencias que están atadas a favores políticos después de ser elegidos.

Entonces, ¿eso significa que estamos condenados a que los políticos y gobernantes despilfarren los recursos públicos a su antojo y el de sus allegados?

Son más los buenos  

Me rehúso a creerlo, y es que siempre serán más los buenos que los malos, y son cada vez más los buenos que se están formando y recibiendo educación; en el país ha venido bajando los índices de analfabetismo y aumentando la cantidad de personas con educación superior, tanto en pregrado como en posgrado.

Aunque muchos no crean en la calidad o en el sistema educativo, además de la exorbitante cantidad de contenido mediático estúpido a la que estamos expuestos a diario, promovido principalmente por la era digital, hace difícil pensar que existan estudiantes íntegros y con pensamiento crítico.

Así que tenemos una generación que se está cualificando, mientras se enfrenta a la cruel realidad del país donde abundan las injusticias y carece de oportunidades dignas para personas éticas.

La constante lucha contra la corrupción

No obstante, la presión social para disminuir la corrupción está logrando que se cree reglamentación en pro de la transparencia de la información pública, permitiendo que las personas indaguen y cuestionen la administración de los recursos, haciendo que los encargados de los mismos tomen decisiones con mayor cautela logrando resultados más significativos.

Por ejemplo, que se haga un concurso de méritos cuyo proceso hace sentir que las personas ya estaban preseleccionadas debería quedar en el pasado, es necesario que se garantice la confianza en las fases que llevan a elegir a la persona más idónea para la organización, por supuesto, no falta el dirigente o funcionario corrupto que siempre encuentra la forma de manipular procesos públicos a favor de sus intereses particulares.

Pero bueno, lo importante es que estamos avanzando y ahora una gran cantidad de ciudadanos reclaman gobiernos transparentes, en los cuales las promesas gestadas en las políticas públicas no se queden en el papel y encuentren una buena gestión que las hagan realidad.

Por eso considero que las nuevas generaciones “no comen cuento” de las clases dirigentes tradicionales y están ansiosas por un cambio. Un cambio donde el actuar del gobierno sea priorizar el bienestar de la sociedad y no el del político de turno.

El peligro actual es que los legisladores se nos adelanten e involucione la regulación, reduciendo las capacidades de control social sobre la ejecución de los planes y proyectos públicos.

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Crédito fotografías: https://unsplash.com/ 

Escrito por: Mg. Alex Mauricio Rodríguez Suárez- Economista y docente de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña. 

La frase “los pobres lo son cada vez más y los ricos se hacen cada día más ricos” es utilizada para mover los sentimientos del pueblo y crear indignación en los corazones humanos.

Por otro lado, la frase es parcialmente cierta porque las personas con mayor poder adquisitivo indiscutiblemente generan más riqueza, pero los pobres han dejado de serlo relativamente, no solo monetariamente sino también multidimensionalmente, o al menos eso indican las cifras mundiales.

El espíritu egoísta y sus grandes logros

En la antigüedad, se consideraba rico quien pudiese usar ropa limpia, bañarse en su casa y disfrutar de tres comidas al día, no obstante, en la actualidad eso es lo mínimo que un individuo debería recibir, y es que con el ingenio de la humanidad hemos podido hacer lo impensable, utilizar unos recursos finitos para estimular un aparente crecimiento infinito de la producción.

Si se deseara repartir los niveles actuales de riqueza, ningún niño padecería hambre o le faltaría un hogar digno donde vivir.

Se debe reconocer que los logros alcanzados como humanidad en gran medida es por ese espíritu egoísta que busca el beneficio individual cimentado en la propiedad privada.

Lo que ha llevado a que aproximadamente el 30% de la riqueza mundial se concentre en el 1% de la población y que de los 7000 millones de habitantes en el mundo todavía 2000 millones no tengan acceso al agua potable.

El papel de los gobiernos

Bajo este escenario de desigualdad financiera, aumento poblacional y agotamiento de los recursos, los gobiernos mundiales, quienes se suponen que están para garantizar el bienestar de todos y no de unos pocos, han empezado a tomar acciones de cambio.

Los líderes políticos en 1992 se reunieron en la Cumbre de Rio a hablar de sostenibilidad, luego propusieron los Objetivos del Milenio, los cuales no alcanzaron a cumplir, y desde el 2016 pusieron en marcha los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con el propósito de que en el 2030 se erradique la pobreza mundial.

Un punto clave para alcanzar tan loable meta es la actitud humana frente al compromiso social y ambiental, dado que en las ultimas décadas, el deseo desenfrenado de maximizar utilidades económicas ha desangrado el medio ambiente y ha denigrado la dignidad del hombre.

El ser humano se ha convertido en un individuo de consumo o en un factor de producción, enfrentándose en un entorno de competencia donde el más despiadado sale victorioso, es por eso que encontramos amplios casos de corrupción pública y privada haciendo que el que gane no sea necesariamente el mejor sino el que más conviene.

Maximizando el bienestar social

Si se quisiera combatir ese desequilibrio financiero, las personas, organizaciones e instituciones están obligadas a reemplazar la palabra “más” por “mejor”, ya que no se trata de crecer económicamente a cualquier costo, sino de asignar y utilizar los recursos de la mejor forma posible para maximizar el bienestar social y global.

Planteando escenarios, donde los inversionistas y consumidores antes de tomar una decisión, consideren el impacto ambiental y social de las organizaciones en las cuales piensan invertir o comprar.

Si bien, parece ser utópico el confiar en que la humanidad, pese a su carácter egoísta, considere el bienestar social como motor principal de sus acciones, tal como se planteaba inicialmente, pero es la única forma para lograr un capitalismo social y no salvaje que tantas secuelas ha dejado en nuestra sociedad en contraste con los evidentes logros alcanzados.

Nota: Aunque no referencio dentro del texto, esta es mi posición tras leer incontable material, entre los más representativos están:

Videos: 

Debtocracy

HOME (ES)

HAYEK vs KEYNES: La pelea del siglo

Inside Job

The Story of Solutions

Libros:

"Economía ambiental" de Xavier Labandeira, Carmelo J. León y María Xosé Vásquez.

Objetivos de Desarrollo Sostenible | UNDP (17)

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https://primernombre.com/2017/11/03/las-finanzas-una-herramienta-inutil-para-gerentes-incompetentes/

https://primernombre.com/2018/05/18/propuestas-presidenciales-de-acuerdo-a-la-realidad-colombiana/

 

economia criticaWILFRED ALONSO ROMERO ARCINIEGAS. Economista, (UIS) Magister  en Historia, (UIS), Grupo de Investigación Tiempos Modernos

La Economía, aquella disciplina que se ciñe en entender parte de lo humano, ha olvidado precisamente el centro de sus esfuerzos. ¿Por qué decir esto frente a la labor que los economistas hacemos a diario? Quizá porque nuestros esfuerzos pueden no salir más allá de las fronteras en las que nos enclaustramos, sean aulas, oficinas, proyectos particulares u oficiales, etc. La pregunta es: ¿Qué hacer entonces? El hacer no entrona ninguna mayor dificultad que la de elaborar una acción individual. Los cambios, muchas veces, funcionan de mejor manera en el ámbito individual.

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