Este poema surgió de escuchar las experiencias de algunas personas inconformes, con el cuerpo atado y el alma esclava de pecado…..
¿Qué se hace con ese vacío, que te carcome poco a poco como si fuera un hoyo negro?
El culpable al principio no es nadie, sino algo, el amor en sí reflejado en los poemas, el cinearte, las pinturas, el arte y la literatura, si una completa ilusión.
Las dudas no surgen, no es necesario, cuando siempre ha sido lo qué es, que no se sabe qué es al principio, solo que no es, pero que va dejando vacios inexplicables llenos de nada.
Es por eso que uno cree que hay algo más allá de lo que ya tienes, que existe algo que te llenará de tantos sentimientos y variados pero que no dejará vacios, sentimientos tan diversos y relacionados entre sí, que te hacen vivir y morir a la vez, sufrir y palpitar de felicidad mientras lloras y tiemblas......
Despiertas y maldices los versos, las ideas del amor que no te aferran a tu vida, que te frustran…porque no lo encuentras en nadie, ni en nada.
Después de comprender el amor, te vuelves susceptible tanto así que siempre te enamoras y los demonios empiezan a surgir con las pasiones reprimidas y desatadas.
Y el odio y la culpabilidad se va acumulando...
Te desesperas cuando sabes que morirás así en la oscuridad, pero la calma vuelve a surgir cuando el ritmo de la vida te arrastra y te distrae…
Y luego con el tiempo te das cuenta que el único que te hace libre y llena tu vacio es esa agua la cual bebes y nunca tienes sed, y es Cristo. Quien rompe tus cadenas del pecado y te hace libre de verdad.
