Escrito por: Jorge Rodriguez - corresponsal en EE.UU.
Edición: Daicy Echeverri – directora PrimerNombre.com
El fútbol moderno se define tanto en el campo de juego como en los despachos, y el Ranking Mundial de la FIFA es la herramienta que fusiona ambos mundos. Para la Selección Colombia, ya clasificada al Mundial de 2026, este logro no es un mero dato estadístico, sino una hoja de ruta estratégica cuyo objetivo prioritario es ser designada cabeza de serie en el sorteo de la fase de grupos.
La diferencia entre ingresar al Bombo 1 y caer al Bombo 2 puede redefinir completamente el destino de la Tricolor en el certamen más importante del campeonato.
La importancia crucial del Bombo 1
Históricamente, el Ranking FIFA garantiza que los grupos de la Copa del Mundo sean lo más equilibrados posible. En el formato ampliado de 48 equipos para 2026, se mantendrá a los cabezas de serie para liderar cada uno de los grupos.
El Bombo 1 se compone de los tres países anfitriones (Estados Unidos, México y Canadá) y de las nueve selecciones mejor clasificadas en el Ranking FIFA al momento del sorteo, previsto para diciembre de 2025.
El beneficio estratégico al ser cabeza de serie es asegurar que Colombia se enfrente en la fase de grupos a otras potencias como España, Argentina, Francia o Brasil.

Esto resulta en un grupo, teóricamente, más accesible, lo que maximiza las posibilidades de avanzar sin grandes desgastes y facilita la consecución del liderato.
La posición actual de Colombia y la carrera de los puntos
Según las proyecciones más recientes, el país se ubica en el puesto 13 del Ranking FIFA con aproximadamente 1696 puntos, posicionándose en el borde del Bombo 2. La lucha no es con las potencias indiscutibles, sino con el grupo de selecciones inmediatamente superiores que ocupan los puestos 9 a 12, como Croacia, Italia, Alemania y Marruecos.
La clave de este modelo de puntuación, basado en el algoritmo Elo, es que los puntos se ganan o se pierden en función de:
- El resultado del partido: victoria, empate o derrota.
- La importancia del partido: un amistoso otorga menos puntos que una final.
- La fuerza del rival: ganar a un equipo mejor rankeado suma muchos más puntos.
Esta realidad convierte a cada partido, incluso a los amistosos, en una valiosa oportunidad o un riesgo latente para la acumulación de capital en el ranking.
Análisis de la doble fecha FIFA de octubre: luces y sombras
La reciente doble jornada de amistosos contra México y Canadá ejemplifica perfectamente la lucha de Colombia en el ranking:
- Victoria 4-0 vs. México: el contundente triunfo sobre una selección que, aunque anfitriona, tiene un buen estatus regional, fue extremadamente beneficioso para el ranking. Ganar sumó una cantidad importante de puntos, reduciendo la brecha con sus competidores y demostrando la alta efectividad del ciclo Néstor Lorenzo. Esta goleada fue crucial para mantener a Colombia en la pelea del Bombo 1.
- Empate 0-0 vs. Canadá: El resultado sin goles contra Canadá, un rival con menor puntuación, tuvo el efecto contrario. En el sistema Elo, un empate contra un rival teóricamente inferior genera una pérdida leve de puntos (estimada en aproximadamente 1.13 puntos tras el partido). Este estancamiento, aunque marginal, se siente fuerte en una carrera tan apretada. El partido, tácticamente complejo y físico, evidenció las dificultades del equipo para desmantelar defensas organizadas sin sacrificar solidez.

La estrategia final: noviembre como la gran cita
El sorteo del Mundial se acerca rápidamente, y la Selección Colombia tiene por delante la última ventana de amistosos en noviembre, ante rivales como Nueva Zelanda y Nigeria, para influir en su destino.
La estrategia debe ser clara:
- Máxima puntuación: es imperativo ganar todos los partidos restantes. Dado que son amistosos, la ganancia de puntos será menor que en eliminatorias o torneos oficiales, lo que obliga a la perfección.
- Esperar tropiezos de rivales: Colombia necesita que las selecciones que la preceden (Croacia, Italia, Marruecos, Alemania) tengan resultados negativos en sus respectivos encuentros de noviembre, ya sean amistosos o, mejor aún, en fases de clasificación o play-offs de mayor relevancia.
Si Colombia logra maximizar sus puntos y sus competidores resbalan, tiene una oportunidad real de ingresar al Bombo 1 y asegurarse un camino menos complicado en la Copa del Mundo.
La clasificación de la Tricolor ya está asegurada, pero el verdadero desafío y el trabajo estratégico final se centran ahora en lograr el mejor puesto posible en la tabla que define su futuro mundialista.
