Las compañías que elaboran rankings de marcas son
también consultoras corporativas, financiándose a través de esta
actividad complementaria. Aunque se cuestiona su objetividad al
evaluar empresas con las que trabajan, la mayoría sigue estándares
como la ISO 106681 para garantizar imparcialidad. Este estándar, de
cumplimiento voluntario, genera confianza y credibilidad. Los rankings
se basan en indicadores objetivos y el orden se determina por el
cumplimiento de estos. Aunque las consultoras pueden favorecer a
ciertas empresas, esto suele deberse a su capacidad para mejorar
áreas específicas y obtener una mejor clasificación.