Las encuestas son cruciales para recopilar información de
una población de manera estandarizada y con un amplio alcance. Su
desarrollo debe orientarse hacia los objetivos de la investigación. La
medición se centra en las opiniones y niveles de los encuestados,
proporcionando una visión general del tema. La calidad metodológica
es fundamental para evitar malinterpretaciones y respuestas inválidas.
Es importante seleccionar informantes sin sesgo para minimizar errores.
La preparación de herramientas y encuestadores es crucial. Los
encuestados pueden mentir si el cuestionario no está bien diseñado,
generando desconfianza. La claridad en la redacción y la protección de
datos son esenciales para obtener respuestas precisas y reales.