La informalidad laboral, presente en economías en desarrollo, desafía
la normativa estatal y afecta a una parte significativa de la población ocupada.
Surgió el interés académico desde los años sesenta, inicialmente abordado por la
Teoría Dual, que postulaba una división entre sectores formal e informal, pero ha
perdido credibilidad. Hoy se reconoce que la informalidad se caracteriza por bajos
ingresos, falta de protección social y escasa regulación estatal. Puede ser resultado
de la necesidad o del deseo de maximizar ganancias, como en casos europeos e
italianos. La dificultad para definirla radica en la intersección de características
entre los sectores formal e informal.