Las políticas culturales y sociales enfrentan el desafío de equilibrar la
"diferencia" y la "igualdad" en un mundo globalizado. Canclini señala que la
globalización tecnológica ha intensificado las diferencias y desigualdades. Para
abordar esto, se debe entender cómo se relacionan ambos conceptos. Aunque
individuos pueden ser diferentes, al buscar un mismo objetivo para la sociedad, se
vuelven iguales, como ejemplifican dos bandas musicales. La libertad también
influye: al expresar gustos y objetivos, se promueve la igualdad en la diversidad.
Según Mill, la libertad humana implica la autonomía en la elección de metas y
acciones, siempre y cuando no afecte a otros.