Escrito por: Jorge Rodriguez- columnista.
Edición: Daicy Echeverri- Directora revista Primernombre.com
En el complejo mundo de los impuestos corporativos, Texas ofrece un paisaje fiscal único y diverso para las empresas. Aunque este estado no impone un impuesto sobre la renta corporativa a nivel estatal, existen una variedad de otras regulaciones para mantenerse en cumplimiento y optimizar su situación.
Desde impuestos federales hasta deducciones tributarias específicas, exploraremos los diferentes aspectos del laberinto fiscal que enfrentan las firmas en el Lone Star State.
5 TIPOS DE IMPUESTOS CORPORATIVOS EN TEXAS
- Renta federal
Las corporaciones están sujetas al impuesto federal sobre la renta. Se aplica a los ingresos netos de la empresa a una tasa progresiva que varía según los niveles de ganancias y deben cumplir con las regulaciones y presentar sus declaraciones de manera oportuna.
2. Impuesto estimado
Las empresas en Texas, al igual que en otros lugares de Estados Unidos, deben realizar pagos de impuestos estimados trimestrales al Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés).

Estos se basan en las ganancias proyectadas y ayudan a evitar penalizaciones por insuficiencia de pago al final del año fiscal.
3. Impuestos de empleo
Texas tiene un sistema de impuestos sobre la nómina que se utiliza para financiar el seguro de desempleo y otros programas relacionados.
Las firmas deben retener y pagar asimismo el Seguro Social y el Medicare a nivel federal.
4. Impuestos selectivos
Se impone sobre ciertos bienes y servicios. Esto puede incluir las ventas de ciertos productos, como alcohol, tabaco y combustible, así como impuestos específicos para industrias como la energía y el juego.
5. Impuestos estatales
Aunque Texas no tiene un cobro sobre la renta corporativa, las empresas aún pueden estar sujetas a impuestos estatales como el de franquicia. Se basa en el capital o el valor neto de los bienes de la firma y varía según el tipo de entidad comercial.

Las 10 principales deducciones tributarias corporativas en Texas
Existen numerosas deducciones tributarias corporativas que pueden ayudar a reducir la carga fiscal de una empresa.
Algunas de las más comunes y beneficiosas incluyen:
- Gastos de negocios: se entiende como una variedad de costos comerciales ordinarios y necesarios, como salarios de empleados, alquiler de oficinas y suministros.
- Intereses sobre préstamos: los intereses pagados sobre empréstitos comerciales se pueden deducir.
- Depreciación: las empresas pueden deducir el costo de ciertos activos comerciales a lo largo de su vida útil.
- Créditos de impuestos sobre la renta de oportunidad: Texas ofrece créditos fiscales para empresas que invierten en ciertos proyectos de desarrollo económico en el estado.
- Pequeñas empresas: estas pueden ser elegibles para una variedad de deducciones y créditos fiscales especiales.
- Crédito de investigación y desarrollo: quienes realizan estas actividades pueden ser elegibles para un crédito fiscal federal y estatal.
- Beneficios de empleados: los relacionados con salud, jubilación y otros pueden ser incorporados como gastos comerciales.
- Pérdidas: estos deducibles pueden ser utilizadas para compensar los ingresos futuros.
- Energía renovable: las empresas que invierten en este sector pueden ser elegibles para créditos fiscales.
- Caridad corporativa: las donaciones a organizaciones benéficas calificadas pueden ser deducibles.

En conclusión, navegar por el laberinto fiscal de los impuestos corporativos en Texas puede ser desafiante, pero con el conocimiento adecuado y la asesoría profesional, las empresas pueden optimizar su situación fiscal y cumplir con sus obligaciones tributarias de manera efectiva.
Desde los impuestos federales hasta las deducciones específicas, comprender y aprovechar las oportunidades puede marcar una gran diferencia en la salud financiera de una firma.