Revista digital de análisis de actualidad: Noticias, empresas y academia. ISSN : 2805-6043 (En línea).

Si queremos la paz, debemos estudiar la guerra.

AUMAN PALACIO

 

Luis Alejandro Palacio García, Doctor en Economía

 

Conflicto y negociación están estrechamente relacionados. No es difícil encontrar ejemplos y  situaciones de la vida diaria donde se evidencia este hecho. Los gobiernos se enfrentan por controlar un territorio, los sindicatos se van a la huelga, las disputas legales terminan en los tribunales, las firmas compiten en agresivas guerras de precios, los estudiantes marchan para defender sus derechos y las parejas discuten sobre la distribución de tareas. Dado que la lista es larga e incluye tantos escenarios, es importante reconocer que el conflicto no es algo excepcional, es inherente a las interacciones humanas.

Como se puede ver, el tema es apasionante. Por eso 2005 es un año especial, pues el Premio Nobel en Economíase entrega en reconocimiento al trabajo de Robert Aumann y Tomas Schellingen teoría de Juegos del conflicto y la cooperación. Dado que el espacio de una columna es tan corto, en esta ocasión se buscará resaltar algunas ideas generales en el discurso de Aumann que se titula “Guerra y Paz”. En una próxima fecha se le dará el espacio que Schellingse merece.

Como se propone en el título, si queremos la paz debemos estudiar la guerra. Sin embargo, existen dosenfoques complementarios para abordar el conflicto: 1) aportando a la solución mediante acciones concretas, o 2) estudiando el problema para entender sus causas y consecuencias. Muy gráficamente podemos hacer la comparación con el estudio del cáncer para entender la diferencia. En palabras de Aumann (2006):

“hay dos formas de aproximarse al cáncer. Una es clínica. Usted se enfrenta, por ejemplo, a un cáncer de pecho ¿Qué debería hacer? ¿Cirugía? ¿Radiación?¿Quimioterapia? ¿Qué tipo de quimioterapia? ¿Cuánta radiación? ¿Extraerá los ganglios linfáticos? Las respuestas se basan en pruebas clínicas, simplemente en lo que funciona mejor. Usted aborda cada caso en sí mismo, utilizando la mejor información de que dispone. Y su objetivo es curar la enfermedad del paciente concreto que está ante usted o mejorar su estado. Hay otra aproximación. No operar, no utilizar la radiación, no usar la quimioterapia, no fijarse en las estadísticas, no mirar de ninguna manera alpaciente. Simplemente, tratar de entender lo que ocurre en una célula cancerosa. ¿Tiene ello algo que ver con el ADN? ¿Qué pasa? ¿Cómo es el proceso? No se trata de curarlo. Simplemente, se trata de entenderlo. Se trabaja con ratones, no con personas. Se procura que enfermen, no que se curen.”

La comparación es provocativa porque históricamente se ha pensado que esto es inviable en la práctica. No era posible encontrar dos poblaciones, una en la cual se viviera en paz, y otra donde todo se mantenga constante, excepto que se declare la guerra. Afortunadamente las cosas van cambiando y ahora contamos con metodologías que permiten que la economía se consolide como ciencia experimental. El proceso es cíclico, y consiste en tres pasos básicos. Primero, se debe contar con un modelo formal que explique por qué el hombre racional va a la guerra. Segundo, con las predicciones formales se recrea la situación para probar alguna hipótesis en particular. Por último, se debe volver a repensar el modelo a la luz de la evidencia experimental.

Por ejemplo, pensemos en la situación clásica de provisión de bienes públicos. La predicción teórica es el homo economicus no cooperaría con sus semejantes cuando los incentivos individuales premian al que busque su ganancia privada. Lo interesante es que la racionalidad individual lleva a que el resultado colectivo sea el peor posible. A la luz de este resultado surgen muchas preguntas: ¿Las personas se comportan como predice este modelo? ¿Qué variables afectan la cooperación en este ambiente particular? ¿El resultado depende del contexto en términos sociales o culturales?

En otras palabras, desde la teoría de juegosse busca entender los incentivos que llevan a la guerra, permitiendo el diseño de incentivos que la prevengan. Por lo tanto, la contribuciónde Aumann consiste en entender los juegos repetidos y de cómo los mismos se relacionan con la cooperación y el conflicto. Para tener una idea general, este enfoque permite modelar las interacciones de largo plazo, sirve para dar cuenta de fenómenos tales como el altruismo, la confianza, la lealtad, la venganza y la amenaza.

Hace algunos años estos fenómenos se consideraban fuera del alcance de los modelos teóricos dentro del paradigma neoclásico. Simplemente se consideraba que estas decisioneseran irracionales. Gracias a aportes claves como los mencionados aquí, ahora el panorama es más amplio,lo cual permite abordar situaciones cada vez más complejas. Lo interesante es que estas situaciones son las que vale la pena analizar y la razón por la que debemos seguir estudiando economía.

Bibliografía

Aumann, R. (2006). Guerra y Paz. Revista Asturiana de Economía, 36, 193-204.

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