Se supone que la estabilidad emocional de una pareja permite la posterior conformación de hogares, sin embargo, cada vez más el número de matrimonios decrece, según la Registraduría Nacional en el 2016 hubo 61.518 casamientos civiles, pero en el 2.019 la cifra descendió la cifra a 38.480.
Por otra parte, ese mismo año el número de divorcios ascendió a 17.734, estos números evidencian el rechazo social mayoritario hacia el compromiso, donde se suele mostrar como un causante de dolores de cabeza y problemas acumulados.
Entrando en profundidad
Observamos como cada vez más las mujeres no desean comprometerse o tener hijos, en muchos casos porque consideran que conformar un hogar es un obstáculo para el éxito profesional y la realización personal.
Además, estar dispuestas a confiar en otra persona para construir un futuro juntos, es aun mas complicado. Esto aplica para ambos géneros.
Igualmente, los hombres, quienes tradicionalmente se han considerado adversos al compromiso, no quieren dejar de disfrutar su soltería y conocer el mundo sin compañía.
Sumado a ello, existen mensajes en medios de comunicación y entre amigos que transmiten el hecho de que el gozo y el placer está asociada a cuanto mayor número de mujeres “posees” o conquistas.
Así que, tomar la decisión de formar un hogar es un asunto que se va dilatando con los años o aplazando, debido a que no tienen ninguna presión biología para tener hijos.
Aunque, el casarse no necesariamente significa engendrar, ya que incluso existen personas que para aceptar un compromiso mayor dejan claro que no desean procrearse.
¿Y los hijos qué?
Los hijos suelen ser un elemento primordial en los hogares, pero actualmente son más escasos, y a pesar que se cree que estamos lejos de enfrentar los problemas europeos y asiáticos de envejecimiento poblacional, la tasa de crecimiento en Colombia no alcanza ni al 1% hoy en día.
En 1960 había un promedio de 6.82 hijos por mujer, mientras que en el 2016 es de solo 1.85 hijos.
Este hecho se asocia a varios factores, entre ellos un mayor número de alternativas anticonceptivas, una consciencia colectiva de que traer al mundo un hijo es costoso y a la dificultad de encontrar una pareja fiel que sea un verdadero apoyo.
Las variables anteriores llevan paulatinamente a un decrecimiento en el deseo de tener hijos y, se relacionan proporcionalmente con la disminución del compromiso de casarse para conformar un hogar.
Incluso aquellos que asumen el reto de unirse a alguien terminan fracasando en un porcentaje significativo y el divorcio es común, porque la mayoría prefiere separarse antes de vivir el proceso de adaptación a la convivencia y la búsqueda de una mejor manera para resolver conflictos e intermediar en las decisiones.
De ahí que la fragmentación de los hogares paso de ser un caso particular a la norma general, por cuestión de facilismo y la incapacidad de esforzarse. Claro está, que hay casos específicos de violencia intrafamiliar donde es necesario interponer la denuncia respectiva para la intervención de la justicia.
A modo de conclusión
En fundamental que cuando una pareja tome la decisión de casarse, debe comprender que la comunicación, el respeto, la sinceridad y el compromiso son los principales requisitos para conformar un hogar.
Y en especial la fidelidad debe ser sinónimo de orgullo, ya que sin importar si eres hombre o mujer, el matrimonio significa que ya no están solos y van a buscar una vida juntos y un envejecimiento en compañía.
Para finalizar, está claro que en una sociedad machista debemos entender que la hombría no se mide por la cantidad de mujeres, sino por el carácter de respetar a la mujer que elegiste .
Datos gráficos
Fuente: https://www.datos.gov.co/Justicia-y-Derecho/Divorcios-En-Colombia/6mwg-ezc2
Fuente: https://www.datos.gov.co/Justicia-y-Derecho/Matrimonios-Civiles-En-Colombia/7g6f-adky
Edición: Daicy Echeverri- Directora de la revista digital PrimerNombre.com