Sincelejo a lo largo de los años se ha caracterizado por estar inundado de mototaxis, la conformidad pública y gubernamental se entiende porque se ve como una fuente de empleo, informal, pero a la larga empleo.
Los hechos
Podemos observar como la economía sincelejana se ha visto sostenida por la informalidad, claro ejemplo fue que, en el año 2017, hubo un decreto donde se prohibía el mototaxismo por 1 día al mes. Durante ese día el sector comercial e industrial tenia un impacto negativo casi del 72% en relación a un día regular.
Año 2019 y pocas cosas han cambiado. Sincelejo se encuentra sumergido en una crisis de informalidad realmente preocupante, pero lo más inquietante aun es que no hay una solución para combatir la informalidad.

En cifras arrojadas por el DANE, Sincelejo es la segunda ciudad con mayor informalidad de Colombia (65,9%); el problema esta en las soluciones, donde lastimosamente no hay una viable.
Aquí entra el segundo actor importante: la politiquería. Las promesas de empleo solo se escuchan de octubre a mayo, cuando los candidatos aspiran a conseguir los votos necesarios para su curul, dejando en el olvido al motor más importante de la economía, la industria y el comercio. Sector olvidado en la capital sucreña y el resto del departamento.
La posible solución
Como empresario más que tristeza siento impotencia por el vortex en el cual caímos como sociedad. Sincelejo es un territorio virgen, lleno de posibilidades y aspiraciones esperando que las nuevas generaciones lleguen con formas y matices diferentes a la hora de hacer crecer a una ciudad que se resiste al avance, pero con sed de cambio.

Por eso la obligación moral de todo Sincelejano es luchar por su pueblo, dejando a un lado la cultura del dinero fácil y el yo supremo; el cambio esta aquí, en nuestras manos y depende de nosotros que hacer con el, entenderlo y aprovecharlo o sencillamente dejarlo ir. Siempre esperaré que escojamos la primera opción.
Sincelejo es la ciudad que nos dio la posibilidad de crecer, es tiempo de retribuirle.
Es momento de que como sociedad nos unamos y seamos agentes de cambio; es la economía quien tira del carro, en lugar de ver la informalidad como una competencia, trabajemos codo a codo con el fin de vincularla a la economía y en el futuro crear procesos y planes concretos con el fin de disminuirla, pero con oportunidades formales.
Nota del autor: A pesar de hablar de una ciudad específica, este fenómeno es generalizado en todo lo largo y ancho del país; la necesidad, pero sobretodo las ganas de seguir delante de la población se han manifestado en los estudios hechos por el DANE.