El pensamiento del hombre es evolutivo y va en constante cambio con respecto a las condiciones en que vive, pero Francis Fukuyama dice que el fin de la historia ha llegado con el capitalismo, consideramos que aún no termina ahí y que se avanza hacia un comunismo que permite la igualdad de resultados y el proporcionado individual como un bien social.
El problema es cuando se guía la nación hacia una sola corriente porque esto convierte el estado en totalitarista, y por consiguiente en un gobierno dictador, al centrarse en un único partir.
Lo justo y equitativo es que se tengan en cuenta todas las ideologías, en una interdisciplinariedad, que las redes se entrelacen en una relación compleja en dónde todas las características, cultura y factores de la sociedad sean de vital importancia en la estructura política mundial.
Analicemos sucesos que implican transformaciones en las ideologías de la humanidad.
A medida que ha transcurrido el tiempo la organización de la sociedad ha ido variando, para comprobarlo citemos al filosofo Karl Marx quien nos asegura que la historia de las personas empieza en la época neandertal, en este caso se puede decir que la naturaleza era lo único necesario para sobrevivir en esos momentos, luego la ambición del hombre lo remontó a la creación de la propiedad privada, de esta manera comenzó la distinción de clases entre los que tenían derecho de posesión y los que no.
Surgió después la esclavitud, este fue un periodo que tras una disputa de filosofías morales afortunadamente vio el fracaso, la búsqueda de la libertad de condiciones triunfo sobre la dominación racista. Luego vinieron los señores feudales, dueños de vastas tierras con sus siervos; ellos no tenían mayor oportunidad para prosperar, sus ganancias se veían limitadas a un pequeño sector de tierra.
El hombre ha pasado por diferentes etapas en su trascender, por eso la historia no finaliza con el comunismo, países que creyeron firmemente en el comunismo como URSS o Alemania llevaron sus ideologías a la guerra y “lamentablemente” o “afortunadamente” depende de cómo se mire, el comunismo cayó en derrota e inclusive en el periodo de posguerra estos países adaptaron el pensamiento democrático liberal.
La libertad se vio en la obligación de surgir, y encontró su camino en el liberalismo económico y político, aquí cada persona tiene la oportunidad de alcanzar sus metas dentro del sistema capitalista, el problema aparece cuando los individuos violan los derechos del prójimo y en ese momento la diferencia de clases se hace notoria entre los capitalistas y los trabajadores.
El FMI (Fondo Monetario Internacional) con el consenso de Washington y la teoría monetarista de Milton Friedman apoyan sus proposiciones en un libre mercado y en una sociedad democrática, y utilizan la historia a su favor argumentando que los países desarrollados como USA y la UE poseen éstas políticas y aseguran que han crecido económicamente gracias a ello.
Como ejemplo tomamos también a China que es un país emergente, que después de haber abierto sus mercados al mundo ha mostrado altas tasas de crecimiento en el PIB.
Se refleja en los hechos con claridad como el pensamiento del hombre se va tornando netamente materialista, dejando en segundo plano el esparcimiento cultural, filosófico y artístico que palpita en el corazón del ser, pero a pesar de ello prioriza en los asuntos económicos para alcanzar riqueza material.
El FMI nos muestra el verdadero fin de la historia, dándonos como resultado un no intervencionismo del estado en una sociedad democrática en la que lo que importa realmente es el dinero, ciertamente el mundo se divide en dos clases de países: Desarrollados y subdesarrollados, estos últimos específicamente se encuentran la gran mayoría en Latinoamérica y África, ellos también abrieron las puertas al mercado internacional, pero los resultados no han sido los deseados, porque estos países quedan expuestos y vulnerables a las naciones desarrolladas que se aprovechan de las riquezas internas, y para agravar la situación se genera una inequidad de renta con cifras desproporcionadas y los índices de pobreza crecen cada vez más y la cualificación de los individuos empeora.
¿Qué sucede entonces actualmente con la diferencia entre desarrollo y crecimiento? Y ¿Cómo debe ser este desarrollo? Grandes economistas, como por ejemplo, Amartyan Sen comentan que el desarrollo es un progreso en la expansión de las libertades, entendiendo por este concepto lo que un hombre puede lograr, pero para conseguirlo el estado debe garantizar las libertades básicas y una de las más importantes es la de vivir dignamente.
Una gran discusión ideológica ha entrado en juego en este nuevo siglo y es el intervencionismo del estado, ¿Qué tan presente debe estar? Acaso las instituciones del pensamiento al fortalecerse ¿Podrían ser capaces de hallar solución a los dilemas sociales?
Entonces ¿Quién será el que deba forjarlas el estado o el hombre con responsabilidad social? y ¿Si lo consiguiera necesitaría del estado? En definitiva el gobierno solo debe velar por la seguridad social, vigilar la transparencia de los hombres, o la tan llamada “justicia” e invertir en campos donde el sistema privado no encuentra ningún interés.
Recalcamos que la historia aún no ha terminado, pero que si hemos llegado a un liberalismo político y económico, aunque hay muchos dilemas por resolver porque la inequidad en la renta de las personas, los índices de pobreza todavía son notorios, las crisis y las recesiones golpean fuertemente todas las economías y las convierte en un interminable círculo vicioso.
La lucha ideológica hoy en día se ve plasmada entre lidiar por el bienestar individual o buscar un alivio social, así que al contrario de lo que nos dice Francis Fukuyama la historia no se ha concluido.
Además la pregunta ahora es, ¿Cuál será el pensamiento del hombre del mañana? En este tiempo en el que el ser esta circulando y viajando por el universo existirán varios en el poder de las naves o se continuará bajo un sistema de mandato, o en otro caso ¿Si surge un nuevo mundo cuál será su sistema de gobierno?
Sin irnos tan lejos podemos decir que la ingeniería genética paulatinamente pretende crear al hombre genéticamente perfecto, pero solo unos pocos accederán a ese privilegio y la distinción de clases no será solo del que tiene y del que no, sino también del que es físicamente superior. {jcomments on}