Revista digital de análisis de actualidad: Noticias, empresas y academia. ISSN : 2805-6043 (En línea).

EXITOSA ESTUPIDEZ: VIDA “FELIZMENTE” MODERNA

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13 mayo, 2012

YUBER HERNANDO ROJAS ARIZA Economista, Filósofo y Magister en Filosofía de la UIS

¿Qué sentido tiene vivir? La pregunta por el sentido de la vida no es nueva. Aristóteles en su obra Ética Nicomaquea dio una respuesta posible: Ser Feliz. Pero no habló de cualquier “felicidad”. Habló de la Felicidad en el sentido de la grandeza del hombre virtuoso: Excelencia Humana (Areté). Lo cual significa, para nuestro entendimiento, que Ser feliz (desde tal mirada) es un proyecto de hacerse excelente en lo humano y, por consiguiente, un hombre de la Polis, un ciudadano de profunda contemplación sobre el mundo. En efecto, educarse para la contemplación es ya por sí mismo un acto de ser feliz. El acto de Pensar se vuelve sinónimo de Felicidad: el Logos fundido en la Eudamonia, podemos puntualizar. 

 

De manera que la pregunta que interroga sobre el sentido de la vida nos exige especial atención. Atención que se transforma en Tensión. Tensión que se palpa en el análisis aquí expuesto cuando el tedium apremia una respuesta sobre el sentido de la vida moderna: ¿Qué sentido tiene vivir si vamos a morir? Ahora somos presa fácil del Caos hasta el punto en el cual la tensión sube y nos empuja al Abismo: nuestro propio vacío. La Nada. ¿Quizás la muerte? La pregunta ejerce presión, y la impresión sobre el interrogado no se deja esperar cuando justo allí, en el  punto máximo, en la posición que lo mantiene  en el límite que lo separa del vacío, aparece la pregunta por el sentido de la vida moderna y su respuesta certera: una vida exitosa.

Pero, ¿qué significa Ser exitoso? ¿Acaso sinónimo de ser feliz? Los tiempos cambian y, no obstante, las preguntas fundamentales se mantienen intactas. En la época moderna, nuestro tiempo, el Éxito se ha convertido en equivalente de Felicidad; mirada distanciada de la mirada aristotélica aquí mencionada, y más cercana a  la ampliación de la base material de la vida moderna: sociedad de consumo. “¿Buscas felicidad? ¡Consume!” pareciera ser el grito a cielo abierto en una vida moderna ahogada en un mar de productos inútiles. Tan inútiles como se cree es también inútil el acto de Pensar, quiero decir, de Pensar sobre el sentido mismo de tal vida. Y sin embargo, el asunto se torna angustiante cuando se consume obstinadamente y la prometida “felicidad” no aparece. Luego, la pregunta no se hace esperar: ¿Qué significa ser feliz en la vida moderna? Ahora el asunto adquiere el estatus de desesperación. En medio de la abundante vida material, el hombre de éxito no logra ser feliz. ¿Qué le hace falta? ¿Por qué no logra la tan anhelada felicidad? La sociedad de consumo es un mundo de espejismos: cuando se cree alcanzarla, se deshace con el viento. Una vida fantasmal en medio de la Nada.

Por eso, sospecho que la felicidad no tiene que ver con el consumo y que ser exitoso no asegura ser feliz. Luego, la vida moderna basada en tal equivalencia es más bien expresión de Estupidez. En nuestro tiempo no sólo se ha banalizado la Felicidad, también se ha banalizado el proyecto de ser humano aristotélico. Ser exitoso es más bien equivalente de exitosa Estupidez. ¿Por qué afirmar esto? Porque lo reinante es la comodidad del mínimo esfuerzo; y el Pensar, por el contrario, exige al espíritu. Lo eleva sobre la Estupidez. En ese sentido, la excelencia del hombre virtuoso aristotélico vuela por encima de la estupidez del hombre moderno de la misma forma en que la época griega se eleva sobre la época moderna. La Estupidez, por su parte, es condición necesaria en la sociedad de consumo: consumir inútilmente, sin comprensión alguna y creyendo alcanzar una vida material en la comodidad  para evitar pensar en las preguntas latentes sobre la existencia, es precisamente el espejismo en el que vive; el mismo espejismo  que, al deshacerse con el viento, lo deja al borde del abismo: el vacío mismo del hombre moderno.

"¿Qué significa ser feliz?" Pregunta el hombre moderno entre los escombros de sus ideales y el abismo de la muerte. Acto seguido: el salto al vacío. “¿Qué sentido tiene vivir si vamos a morir?”, interroga la Muerte a través del moribundo desesperado. La vida moderna ha trastornado, por no decir, ha hundido sus tentáculos en los más intimo del Ser. La palabra “éxito”, se ha ligado a “ser feliz” y, sin embargo, el vacío entre “ser” y “feliz” ha quedado expuesto cuando se interroga por la vida misma. ¿De qué sirve una vida material hambrienta de “éxito” cuando se padece anorexia intelectual (despliegue del espíritu)? Y con esto estoy hablando de lo más profundo: su Ser. Más todavía: cuando es la existencia misma su fundamento. Entonces ¿Qué queda en “lo intimo” de ser humano? ¿Nada-Todo, Todo-Nada? Sospecho que la Estupidez gobierna la vida moderna: ¿Por qué afirmar semejante cosa cuando se cree que estamos en lo más elevado de la Civilización humana? La Felicidad no está en la apariencia, en objeto alguno que pueda comprarse o venderse, o en el dinero que a todo le pone precio; ser feliz no es una cuestión de exitosa estupidez.

El asunto es más complejo. Se trata de volcarnos a nosotros mismos: a la Excelencia de Ser Humano.  Sin embargo, bien vale traer a colación las palabras del escritor inglés Aldous Huxley en su obra Un Mundo Feliz; palabras que retumban en el fondo del abismo y advierten la peligrosidad de seguir el dictamen de una sociedad “felizmente controlada” como resulta hoy en día (por ejemplo) la vida moderna bajo el dictamen (político) del Mercado: “La felicidad universal mantiene en marcha constante las ruedas, los engranajes; y no la verdad y la belleza. Desde luego, siempre que las masas alcanzaban el político lo que importaba era más la felicidad que la verdad y la belleza.” (Huxley A. Un mundo Feliz, Cap. XVI). En esa perspectiva, dicha peligrosidad que se vislumbra en las líneas de Huxley, abre también paso a una pregunta que adquiere una dimensión angustiante y que, de paso, nos ha arrojado al fondo (y quizás a la máxima tensión) de nuestro propio vacío existencial: ¿Qué sentido tiene ser “felizmente” exitoso en una sociedad de consumo que te reduce a la Estupidez?{jcomments on}

 

 

 

 

 

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