Todo lo que hemos vivido este año nos ha llevado a cuestionarnos si realmente, a pesar de los avances científicos y la era de la tecnología en la que estamos (más avanzada que nunca) hemos buscado las respuestas correctas o no.
Me refiero a donde se han encaminado las investigaciones, experimentos, hipótesis y recursos en riesgos menores, como la caída de un avión, los accidentes automovilísticos, efectos negativos de consumir algunos productos, entre otros, que a pesar que hemos recibido bastantes advertencias de catástrofes, nunca le damos la verdadera importancia.
Y no lo digo yo solamente, me he basado en un libro que aconsejo leer llamado: “En el futuro. Perspectivas para la humanidad" de Martin Rees, cuyas predicciones hace un tiempo no parecían reales y mucho menos científicas, sin embargo, ahí está la paradoja, pues tales catástrofes se han ido asomando poco a poco.
Ahora bien, es supremamente importante que se hagan investigaciones que no se queden en charlas de congresos académicos, para que los análisis con fundamentos científicos y físicos sean considerados para la acción real.
Sin embargo, hay que reconocer la labor de grupos de investigación como el Centro para el Estudio de Riesgo Existencial (CSER) en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, quienes han indagado a fondo sobre las posibles catástrofes y qué se podría hacer para mitigar las consecuencias.
Cabe mencionar que en estos proyectos han participado eminencias como Stephen Hawking y Elon Musk.
Pero, ¿Qué es una verdadera catástrofe?
Se trata de eventos que puedan acabar con el 10% de la población mundial o en el peor de los casos, desaparecerla por completo.
Esto se ha visto reflejado en diferentes hitos de la historia (y se ha repetido), por ejemplo la fiebre española en el siglo XX o incluso sin hablar de enfermedades, la injusticia social de la colonización de américa, donde desaparecieron grupos indígenas, hubo esclavitud, torturas y un sin fin de muertes.
Todo esto sin mencionar los posibles escenarios de un meteorito gigante que se estrella contra la tierra o quizás que un día la inteligencia artificial se salga de nuestras manos y nos destruya.
¿Y si pudiéramos viajar en el tiempo?
Actualmente, no existe ni la máquina del tiempo ni una forma real que nos pueda hacer viajar en el tiempo, sin embargo, si hay muchas teorías matemáticas y físicas que probablemente nos lleven en algún futuro no tan lejano poder viajar al pasado o al futuro.
Y es aquí, cuando me remito a una hipótesis supremamente interesante, realizada por Barak Shoshany y su estudiante, Jacob Hauser de la Universidad de Brock que se explica más o menos así:
Por un lado, se sabe que viajar en el tiempo podría tener muchas inconsistencias, como lo pudimos ver en la serie Dark de Netflix (si no la has visto, te invito a verla antes de continuar), es decir que puede haber un gran enredo entre una historia y la infinidad de probabilidades que pueden surgir durante cada acontecimiento de la misma.
Es entonces, cuando hablamos de la teoría de Igor D. Novikov quien afirma que las inconsistencias dejan de existir, porque las leyes de la naturaleza en vez de ser desafiadas, por el contrario imponen la desaparición de tales errores.
En cualquiera de los casos, si existiera un número ilimitado de historias para cada época del mundo, el viajero del tiempo nunca repetiría ninguna o por el contrario un número límite de historias, la historia siempre comenzaría y terminaría igual, en una “máquina del tiempo”.
Volvamos al presente
De cualquier forma, es obvio que necesitamos reformar nuestro pensamiento, tantas investigaciones no servirán de nada, si las personas por ejemplo, salen sin mascarillas de sus casas ¡En plena pandemia!
Pienso que lo más importante es que nos concienticemos, nuestras acciones tienen consecuencias en los demás, ser seres independientes no significa que ya no seamos parte de una sociedad, sino por el contrario nos hace aún más responsables de lo que hacemos.
Pero, quizás y pensando en un mundo mejor, si algún día logramos viajar en el tiempo, podríamos entrar en la historia del mundo cuando ni el Covid-19, ni los holocaustos, ni las guerras, ni las colonizaciones, existieron.