Actualmente, con el incremento en el uso de internet y de las redes sociales, la publicidad de los medios tradicionales ha quedado relegada a un segundo plano. Las mayores inversiones publicitarias se están realizando en la web.
Pero esto no consiste únicamente en los anuncios que aparecen a los constados de la pantalla como si fueran carteles. Hay muchas variantes dentro de la publicidad en línea, y algunos tipos son más eficaces que otros.
Muchas grandes empresas optan por el tipo de publicidad más personalizada, es decir, los algoritmos que ofrecen servicios y productos según los gustos particulares de cada cliente.
Si desean tener una idea más clara sobre cómo funciona la publicidad de internet, en esta nota les contaremos todo lo que necesitan saber.
Tipos de publicidad web
Hay varios tipos de publicidad. Algunos son más eficaces que otros para captar clientes, y su precio puede variar según el alcance que tengan o la complejidad de su funcionamiento.
Mientras más recursos requiera algún tipo de publicidad, más cara será, pero a menudo una mayor inversión implica mayores beneficios a corto y largo plazo. Estos son algunos de los tipos de publicidad más frecuentes:
- Campañas por email: si usan muy a menudo su correo electrónico o si están en internet hace mucho tiempo, seguramente han recibido este tipo de publicidad.
- Pop-up: es uno de los tipos de publicidad más frecuentes. Consiste en una pantalla que “salta” a la vista de la persona que navega por la página.
- Banner: también es muy común, consiste en los anuncios a modo de carteles que aparecen al costado del contenido de una página.
Si bien estos son los tipos de publicidad más tradicionales, con el transcurso del tiempo se han ido desarrollando otros métodos mucho más eficaces.
La publicidad web personalizada
Desde la creación de los teléfonos inteligentes, las redes sociales adquirieron una gran importancia.
En la actualidad, prácticamente todo el mundo tiene una cuenta en alguna red social. Pero este fenómeno no excluye a las empresas, ya que muchas marcas también han creado sus perfiles en las redes sociales más importantes.
Se denomina CM a la persona que se encarga de manejar las redes sociales de una empresa y de formar una imagen publicitaria de una marca. Esta sigla corresponde al término en inglés community manager.
Actualmente, el curso community manager es de los que mejor podemos aprender todo esto. Pero también está la opción de contratar un empleado particular.
Las funciones que desarrolla un CM son muy diversas, pero, en resumen, consiste en crear, gestionar y mantener una comunidad de clientes online. Además, gracias al uso de promociones y campañas publicitarias, puede captar muchos nuevos clientes.
Sin embargo, no cualquier persona que sepa usar las redes sociales puede ser un CM. Es indispensable aprender técnicas de marketing, psicología social y comunicación, entre otros.
Otro elemento que es indispensable para promocionar algún producto o servicio en internet es una página web.
Esta será como su carta de presentación hacia el mundo o como la vidriera de su negocio. Por lo tanto, debe ser atractiva, clara y, sobre todo, debe funcionar con fluidez.
Los clientes valoran mucho la facilidad para comprar online. Si no sabemos cómo crear una página web de cero, existe el curso de desarrollo web online. Pero siempre está disponible también la opción de contratar a un experto que nos ayude.
La complejidad de las campañas y de los anuncios publicitarios ha ido en aumento desde la última década.
Hoy en día, las empresas que no invierte en publicidad son insustentables. Y cada vez son más los emprendedores que saben leer la situación actual, y se adaptan acorde a las exigencias del mercado moderno.
Esperamos que la información que les brindamos les haya servido y que puedan implementar los consejos aquí referidos. Sabemos que puede ser complejo, pero una vez que comiencen a mejorar su situación, lo resultados hablarán por sí solos.
El futuro llegó hace rato, está en nosotros la capacidad de darnos cuenta o no de estos fenómenos y de actuar según lo que sea necesario. Si nos proponemos evolucionar y adaptarnos a los desafíos, tenemos el éxito asegurado.