Revista digital de análisis de actualidad: Noticias, empresas y academia. ISSN : 2805-6043 (En línea).

LA VIDA COMO UN JUEGO ESTRATÉGICO: DIVERSIFICACIÓN DE PENSAMIENTO

Edinson F. Ardila Díaz, Eliana M. Serrano Prada, Sergio A. Pineda Villamizar, Katherine Viana Prieto.Economistas en formación UIS

Posiblemente exista un cuestionamiento entorno a la forma como toman las decisiones los agentes racionales frente a hechos que trascienden en sus vidas,  en este mundo estigmatizado por un monopolio capitalista, y un paradigmático espíritu animal, en la búsqueda  de óptimos cada vez mayores. Es de esta manera que frente a hechos,  económicos, sociales y culturales se observa la fuerte inspiración y determinación de pensamientos, que encamina un futuro lleno de criterios, señalizados de forma tal, que fundamenta como primera instancia sus creencias, en un comportamiento oportunista.

Los seres humanos intentan predecir lo que va a ocurrir, con el fin de adaptar sus acciones futuras de tal forma que logren de manera intencionalmente racional responder, sin embargo, dicho intento por adelantarse a los hechos choca con el supuesto de información imperfecta que manejan tanto los mercados, como las relaciones interpersonales, de allí que sea tan difícil por ejemplo, que las críticas y recomendaciones de los economistas sean creíbles en medio de tanta incertidumbre.

Y  la cuestión es precisamente ello: la credibilidad, ¿qué certeza tenemos nosotros  para saber que no estamos siendo timados por otro(s)?, porque puede que mi mente se encuentre en un paraíso o en una burbuja con castillo y flores por montones, pero si todo fuese de esa manera, también sería un poco aburrido... ¿No lo creen? Que sería de los hospitales sin pacientes o de los policías sin ladrones, éste mundo ideal al que todos intentamos llegar sería una suma de perfección un tanto irritada.

Sin embargo, no por ello es que se deba ser ingenuo y perder de vista las cosas fundamentales o las “metas ideales”, la cuestión es que debe existir un equilibrio, como en todo ¿qué tienen de malo los equilibrios? Nada, es cierto. El individuo debe actuar de manera tal que primero no sea predecible su comportamiento por un agente, para que no se aproveche de dicha situación; y segundo, poseer la habilidad de responder dinámicamente ante cualquier cambio de planes o situación no prevista por sí mismo, en lo que se llamaría un contrato contractual, bien sea formal o arbitrario.

La época en la que estrechar las manos de los negociadores bastaba para cerrar un pacto honorable parece haber quedado en el pasado o  a caso ¿Dar la mano sigue representando algo en los negocios actuales?. Tal vez nuestra respuesta y sin titubeo alguno sea una negativa rotunda, porque en este momento dar la mano apenas y llega a ser el inicio del proceso de formación de una relación operable. Esto porque las condiciones comerciales, la credibilidad de los agentes, la racionalidad y la amenaza de un comportamiento oportunista han ido ocupando protagonismo en los temas de negociación pues todos estos factores pueden cambiar dramáticamente y en muy poco tiempo –todo.

De  ahí que se haya buscado dar solución a este tipo de problemas, y se hace necesario hablar de los contratos, que al fin de cuentas fueron estructurados para evitar comportamiento oportunista en una situación, pues éstos de cierta manera ayudan a proteger a la gente, siempre y cuando su realización registre de alguna manera la información completa que requiera la situación contractual. A su vez, los contratos pueden  ser vistos como un mecanismo para alcanzar compromisos y obligaciones con los que las partes pueden contar en su planificación o para recordar detalles exactos de la negociación pues no solo la racionalidad humana es limitada, la memoria también lo es y  en ocasiones cuando las partes implicadas intentan recordar los datos y condiciones exactas de un acuerdo comercial o de negociación, se convierte en algo así  como un juego de niños  de teléfono roto donde se pasa un secreto de una persona a otra y al final siempre termina siendo sumamente distinto.

Por esto y mucho más es que a las situaciones de tipo negociador debe dársele  seguimiento con un contrato claro y simple pero lo más completo posible que detalle los términos del acuerdo.

Un pequeño e ilustrativo juego: Maneras de huir de un secuestro, no es seguro, pero a nuestro parecer, no existe ningún manual que libere las estrategias para escapar, sin embargo HOLLYWOOD y la imaginación del que se encuentre en dicho aprieto, le permitiría inventar las 1001 maneras para volver a su hogar.

De la situación mencionada puede esgrimirse que entre otras cosas el rehén, tiene para salir libre, tantas opciones como herramientas a su disposición posea, sea por que inconscientemente las otorgaron sus malhechores o, porque las tuviese disponibles, de donde podría él elaborar un plan tomando en cuenta el tiempo de escape, las condiciones físicas del ambiente, clima, horario, entre otras cosas; porque nunca se sabe qué pueda ocurrir.

Ahora bien, los forajidos podrán intuir que el prisionero hará lo que esté a su alcance para escapar de sus garras, por tanto, deben evitar ofrecerle cualquier instrumento que deje volcar su cerebro como un camión de dulces o que por cosas de la vida deje vivir su niño interior en la búsqueda de su memoria cinematográfica. Además deberían vigilarlo al máximo, así ello les implique un costo mayor, y estar disponibles o tener plan b,c, y hasta e, por cualquier posible fuga.

Del ejemplo anterior se obtiene que primero, sin saber aún que ocurrirá, cada uno de los feroces personajes involucrados debe elaborar un manual de instrucciones previo de lo que debió, debe y podría hacer, el cual debe socializar con su equipo de trabajo para llegar a discusiones y acuerdos, de lo anterior debe exigirse cumplimiento con cada una de las partes interesadas, si se pretende llegar a un pago sustancial por entregar la víctima completa, o al menos viva.

Posteriormente y volviendo al ejemplo anterior, debe fijarse el castigo o premio por aquel que decida incumplir o llevar a cabalidad el pacto, tal vez en esos grupos o pandillas, se pague con su propia vida o con la de su abuela; pero, no está de mal que existan incentivos a no violar el acuerdo establecido, por ejemplo, un mayor pago por soplar al que está haciéndose pasar por misericordioso, o participación en nuevos proyectos de inversión humana por su astucia y valor demostrados.

Segundo, se sabe que el secuestrado, no tenía en su mente la posibilidad de ser privado de su libertad de manera repentina, sin tener en cuenta, claro que sea psíquico, o que haya sido informado con anterioridad, por que precisamente el costo de la información es muy alto, y si es alguien con buenos contactos, pudo ser posible que fuese fácil pensar en un plan de contingencia, sin embargo con las salvedades anteriores, la posibilidad de prevenir que una situación como la anterior ocurra posee una probabilidad muy baja, es más posible creer que le van a robar la cartera o que su esposa lo va a engañar, pero sin embargo puede darse.

Es así que las expectativas racionales de los agentes van siendo determinadas por factores que en un marco general afecten el funcionamiento de las instituciones, entorno a comportamientos oportunistas de personas generadoras de economías  pragmáticas y progresistas, en donde aspectos como creencias son determinantes en la toma de decisiones de dichos agentes, y de igual modo gestoras de incertidumbre  y caos.

No obstante, existen posibilidades de alianzas que prevean en cierta medida, dependiendo del interés de la persona, niveles de confianza que proporcionen resultados a favor o en contra de los individuos. Sin embargo, estos sujetos en situaciones naturales tienden a desviarse dependiendo de sus preferencias que giran en torno a los factores que se generen en diferentes contextos, para el caso nuestro el ejemplo de los secuestrados.

En definitiva las decisiones de los agentes son aspectos fundamentados, en sicología humana que determina en muchas cosas el funcionamiento tanto de la economía como de las acciones de que estos mismo realizan, en un ámbito social y cultural, los cuales cuestionan, y crean el vivir diario. Por ende cada persona es un factor primordial para esta economía contractual que no busca si no crear capital, enmarque características estructurales que generarían, progreso tanto social, cultural, como económico.{jcomments on}

 

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