JORGE PEREZ PAREJO, ESTUDIANTE DE CIENCIAS SOCIALES, UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
Tradicionalmente los maestros de ciencias sociales han sido los voceros de la enseñanza de las historia en las distintas instituciones educativas. Mediante el discurso y enseñanza de la historia surgen momentos en donde los alumnos se ven involucrados en este proceso de formación mediante la utilización de esta disciplina. Hay que tener en cuenta que algunos alumnos no responden de la misma manera y con el mismo incentivo que otros alumnos por lo cual es necesario que el docente de ciencias sociales resuelva de una manera clara y explícita, los siguiente interrogantes: ¿para qué sirve la historia del pasado con relación a los hechos del presente?, ¿cómo se debe incentivar al alumno para que comprenda mejor su pasado y lo pueda relacionar con el presente en que vive? La respuesta a estos dos interrogantes puede conducirnos a múltiples soluciones, pero en este caso abordaremos la temática desde un enfoque que le permita a los maestros identificar las diversas herramientas de ayuda para la enseñanza de la historia.
Con relación a los interrogantes anteriormente expuestos, muchos autores como Diego Hernán Áreas (enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales) señalan la importancia de los cambios a nivel global y como estos repercuten en la vida de los jóvenes y alumnos. Estos cambios se refieren en gran medida a la asimilación de lo social como instrumento de percepción por parte de los alumnos y demás gestores sociales. No se utilizan los mismos instrumentos de interpretación histórica que hace décadas e inclusive siglos han venido utilizando los estados para recrear su discurso político a través de la historia., hablar de Simón Bolívar o de Alvaro Uribe Vélez como próceres de la historia genera muchas dudas en la enseñanza de la historia y principalmente en la educación básica y media. Sin embargo no se debe dejar a un lado la importancia de la didáctica en la enseñanza de las ciencias sociales, y una de ella es la relación o didáctica pasado-presente la cual permite al alumno familiarizarse con los diversos contenidos de esta disciplina (en este caso la historia).
Los maestros de ciencias sociales deben formar ciudadanos hábiles para la sociedad y para la vida, por lo cual la importancia de las diversas disciplinas sociales hace evidente la debida organización de la enseñanza de la historia como una asignatura que le permita a los alumnos comprender todo el contexto de los hechos que se presentan en la vida nacional y que este pueda relacionar de una manera coherente los sucesos de su vida bajo una formación integral. Como conclusión, los maestros del siglo XXI debes estar al tanto de todos los cambios que conlleva el fenómeno de un mundo globalizado, el cual exige una formación constante en las diversas disciplinas como la historia. El maestro debe tomar las fuentes necesarias y fiables para que el alumno no caiga en el denominado “aburrimiento o apatía sobre la historia” los planes de estudios deben ser estar bien elaborados, los temas deben ser empleados con recursos didáctico, y más que todo el maestro debe preocuparse porque en sus alumnos se despierte ese espíritu crítico por la sociedad.
Fuentes consultadas: enseñanza y aprendizaje de las ciencias sociales, (D. H. Arias), Hemel Santiago peinado (procedimiento para el aprendizaje de la historia).{jcomments on}